La pesca de la trucha ha sido mi pasión desde la infancia y un largo proceso siempre de aprendizaje, de experiencias, de hacer nuevos amigos y mantener viejas amistades, de días de páramo con bajas temperaturas y
la suave pero constante llovizna típica del bosque de niebla, de venados colablanca con sus crías, de águilas en cacería, de las esquivas truchas habitando lugares majestuosos, de noches silenciosas tachonadas de estrellas y enmarcadas en las charlas tranquilas de los amigos de salida y de mantener vivo en nuestros corazones a aquellos que infortunadamente ya no pueden empañarnos a tentar las elusivas truchas, de ver el rostro iluminado de un pescador con su primera captura y a su vez recordar nuestra primera vez, de ensenar a amar la naturaleza y agachar nuestra frente ante su inmensidad y grandeza, de inculcar a nuestras generaciones venideras el respeto por el ambiente y el festejo de la vida en todas sus formas, de aprender a esperar, ser pacientes y tener la humildad de afrontar las situaciones como vienen entendiendo que no podemos controlar todas las variables, de saber escuchar al río y la montaña quienes siempre tienen algo que enseñarnos si sabemos y queremos escuchar, de los días en que anhelamos al menos un pique, de largas caminatas y días fatigosos, en fin , de sentir la vida bullendo en cada fibra de nuestro cuerpo. Se que estos sentimientos son comunes para quienes han disfrutado aquellos imborrables momentos junto a un río y a unos buenos amigos...
Alberto a la izquierda a quien el bichito de la pesca lo pico con todo. Yo a la derecha ayudando
Mi Papa que siempre me acompaña
Alberto con la invicta(su caña)
Concentrado en Chingaza
Mi hija Sara Catalina junto a un venado silvestre
Con mi esposa (Ana Milena) y mi hija en plena faena
Una truchita tentada con una prince hecha por su servidor...
Otra bonita, lista para regresar al agua...
Ana Milena ...siempre con las grandes...
Alberto calladito
Julio Cesar (de pie), mi hermano Wolfgang la izquierda, Fernando en el centro y Jairito a la derecha en el Cocuy listos para el nevado
Un grupito de venados que me encontre junto al rio en Chingaza
Alejo con su amigo colablanca (de mirada curiosa)
Julio Cesar en Lagunillas Sierra Nevada del Cocuy
Finalizando la faena en el Cocuy Julio (en el centro, estupenda sazon)